El núcleo de lo hondo plenamente elaborado y desarrollado, los pulsos esenciales de la vida, el amor, la muerte, la pasión… hecho arte, arte universal, manifestados a través del baile, el cante y el toque.

La dualidad tradición-vanguardia, siempre presente en la sindéresis flamenca, se dan cita en este espectáculo, con todo su esplendor, toda su grandeza o toda su servidumbre, sin más límites que el respeto al arte en su sentido más amplio-, fuente inagotable e inspiradora del mismo.

Dirección y coreografía:
Rita Clara
Música y arreglos musicales:
Jesús Rodríguez
Bailaora:
Rita Clara
Bailaor:
Marcos Rodríguez
Cantaor:
Carlos Garnacho
Guitarristas:
Jesús Rodríguez y Carlos Blanco
Percusionista:
Alberto Farto
Técnico de iluminación:
Javier Arribas

Taranta, Cartagenera, Martinetes, Siguiriya. Cuatro de los estilos más puros, la soledad, el fatalismo, la pena y la tragedia «La noche oscura del alma, música callada, la soledad sonora».

El grito del alma herida, rompe la soledad de la noche en un ritmo envolvente y obsesivo.

Tanguillos, Rumba, Tangos, Bulerías, Farruca. Del anverso al reverso, de la cara a la cruz, de la fe a la incredulidad respecto del anterior acto.

La fiesta lo invade todo, la boda, la embriaguez suave, la herida no mata ni lastima, ni causa dolor, el ritmo se desboca pletórico de virtuosismo y fantasía.

Alegrías, Bulería por soleá, Soleá. El núcleo de lo hondo plenamente elaborado y desarrollado, los pulsos esenciales de la vida, el amor, la muerte, la pasión…, hechos arte.

Arte universal, manifestados a través del baile, el cante y el toque.